R “Un desfile con un toque sabor a guerra”
Por: Ramsés Ladrón De Guevara
Es así como iniciaba una vez más y al igual que todos los años, el desfile del 20 de noviembre en la ciudad de México, conmemorativo del 112 aniversario de la Revolución Mexicana. El presidente Andrés Manuel López obrador aparecía en la explanada del zócalo de la CDMX, saliendo de palacio de gobierno y acompañado de tres oficiales de alto rango de las fuerzas armadas de México.
Afuera del palacio de gobierno, se encontraban unas cuantas gradas con público, esperando pacientemente a que el evento comenzara y así poder presenciar con euforia el desfile y el discurso que el presidente y algunos invitados estaban por decir. Junto aquellas gradas también se podía apreciar un cerco grueso de hierro que protegía el camino de López Obrador y a sus acompañantes, separando así al público de los distinguidos invitados.
Mientras el presidente caminaba con seriedad y algo de firmeza, este mismo era presentado por el maestro de ceremonias del evento, a lo que el público espectador aplaudía con emoción y de fondo se podía escuchar el trompeteo de la banda de guerra oficial en ese momento. Así es como el presidente llegó al punto de reunión para saludar a la bandera y presenciar el izamiento de la misma, mientras el público presente y los soldados cantaban al unísono el himno nacional.
En su discurso, el presidente aseguró que las fuerzas armadas del país trabajan excepcionalmente y son nada más y nada menos que fuertes pilares del estado de derecho democrático. Andrés Manuel López Obrador, aseguró que se seguirá trabajando con las fuerzas armadas del país para mantener una integridad y soberanía territorial.
Dentro del desfile se presentaron algunos militares con vestimentas típicas que conmemoraban a dicho festejo. Con ellos cargaban en sí sombreros, las típicas balas cruzadas por el pecho, que sin duda alguna esto es muy representativo de aquella época de guerra y más que nada varios de estos militares iban montados a caballo, lo que hacía que el momento fuer a más vistoso e increíble, esto comentaban algunas personas.
En el zócalo de la ciudad, se agregó también una locomotora antigua que representaba el cómo llegaron los mexicanos y arriba de esta misma se podía observar a personas disfrazadas como aquellos tiempos de la revolución. También hubo la participación de algunos pueblos originarios de la república, como los mixtecos y los totonacas.
Pasados los minutos de que desfilaban los militares, continuaron los automóviles clásicos de aquella época, que para sorpresa de varios, se podía observar como muchos de estos estaban en funcionamiento y avanzaban sin problema alguno, lo que hacía la cuestionante del ¿cuánto habrá costado traer estos automóviles al desfile? Los vehículos eran presentados con su año, que iban de 1910 hasta 1920 y junto estos desfilaba también un carro alusivo a aquellos esfuerzos que se realizaron durante la pandemia del 2020, donde se observaba a personas caracterizadas de doctores, enfermeros y pacientes, haciendo una ligera representación a los enfermos del COVID-19 que arrasó tanto con la economía como con la salud de las personas y la misma enfermedad virulenta que dejó a varias familias sin algún integrante de esta misma.
Algo que dejó impactado a varias personas y se notaba en sus rostros, fue cuando dijeron que la mayoría de los participantes en el evento eran familiares de los soldados o de la guardia nacional que era partícipe en el desfile. También entre aquellos caracterizados, fueron participantes un estimado 2,420 mujeres, también muchas de estas eran esposas o familiares de los militares.
Durante este desfile conmemorativo se hizo la cuenta de cuántos integrantes hubo en el evento, a lo que fueron 14 bandas de guerra que hacían ameno el momento, también participaron 180 personas o civiles que son pertenecientes a los pueblos originarios del país. Así mismo también se informó que participaron alrededor de 8,111 integrantes de la Guardia Nacional y las fuerzas armadas del país.
Ya para la finalización del desfile, marchó la Guardia Nacional, donde también se presentaba armamento pesado de última generación, lo que hace referencia a que el pueblo mexicano está bien cubierto a cualquier ataque que se pueda presentar. Desfiló un tanque último modelo el cual no es necesario que tenga una persona al mando del cañón, se puede realizar a control remoto.
Para la conclusión total de este desfile conmemorativo volvió a sonorizar por última vez en el zócalo de la ciudad de México, el himno nacional mexicano representado por la banda de guerra. Lo que a varias personas impresionaba es que el presidente Andrés Manuel López Obrador no saludaba durante el himno nacional y solamente despidiéndose como si alguien le estuviera diciendo adiós al término del evento.
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