Por: Guadalupe Vázquez.
Con el pasar de los años, las épocas cambian, pero en vísperas navideñas es el espíritu el que nunca llega a cambiar. En esta navidad fue totalmente diferente a navidades pasadas. Para este año todo comenzó con que pasaría navidad en una ranchería llamada Mesa de 24 perteneciente al municipio de Alto Lucero, Veracruz. Donde familia paterna nos esperaba para celebrar.
Un día antes del 24 mi madre realizo lo que le tocaba llevar, lo cual fue una gelatina. De este modo al día siguiente no perderíamos tiempo por la mañana, ni tendríamos complicaciones. En esa mañana siguiente, siendo ya 24 de diciembre, fue una locura total, comenzando por el simple hecho de que mis padres no regresaban de ver las vacas; en cuanto llegaron apresurados, comenzamos a desayunar y alistarnos para el viaje. Antes de irnos se tenían que hacer unas últimas paradas para esto ya eran las 14:00 horas; una fue al banco, una larga fila invadía el banco Azteca, hasta llegaba a la calle y mi padre se formaba, era de esperarse ya que en estas fechas los familiares que se encuentran en el extranjero suelen enviar dinero a sus familias, mientras tanto entre risas y platicas mi madre y yo esperábamos en la camioneta; la segunda parada fue ir a recoger enchiladas alteñas (platillo popular de Alto Lucero) anca "las zorras" (el apodo de un barrio), la familia le había encargado enchiladas a mi familia ya que les gusta mucho ese platillo; por último lo más importante ir a la gasolinera y echar gas, ahora si comenzaba este viaje.
Como buena copiloto para no tener disgustos musicales opte por encender la radio como en todos los viajes, es mejor que alguien más lleve el control de la música. Algo particularmente que resulta ser interesante es que en todas las estaciones de radio sin importar su género, en todas se sintonizaban villancicos navideños, EN TODAS. Resulta ser que algunas canciones navideñas eran de las épocas de juventud y niñez de mis padres, mientras cantaban con alegría y yo me sentía con agonía el viaje prosiguió. Para llegar a nuestro destino cabe recalcar que partimos de zona montañosa, y se tenía que cruzar por la sierra hasta llegar a la costa, una gran diversidad de ecosistemas he de recalcar con la que cuenta este municipio. Por lo tanto la señal de la radio tenia interferencias y fue un amplio recorrido de estaciones de radio; por lo que en unas sonaban canciones actuales, en otras canciones de señora (las favoritas de mi mamá), por lo que las canciones de mi madre siempre fueron cantadas o taradeadas por ella; el recorrido del viaje fue pasando entre historias, anectodas y recuerdos, fue pasando el tiempo.
Era un día frío y el frío cambio por todos los lugares a los que pasamos, empezando por zonas en la montañosa solo se sentía el frío y estaba todo despejado, en la sierra en cambio había neblina y se sentía todo un poco más frío, en cuanto a la costa había piquete de norte y el frío era aún mayor.
Al rededor de las cinco de la tarde casi seis llegamos a nuestro destino. Al llegar al rancho es importante saber que ahí no hay señal celular, NADA, solo se espera el internet, ya que es la única manera de poder estar en contacto. Al llegar con la familia, vaya sorpresa que se aproximaba, se trataba de una navidad sin luz, bueno si había pero muy poca, solo alcanzaba para unos cuantos focos, por lo tanto no había internet que desilusión para la sociedad actual. Pero no era el único lugar sin luz, era todo el rancho.
Se podría decir que fue una navidad como "en los tiempos de antes", ya que antes no se contaba con luz eléctrica; pero al final de todo, no importa si hay luz o no, si se estará conectado para recibir un mensaje o no, lo que en realidad importa es disfrutar el presente, y disfrutar los buenos momentos que pasan en está víspera navideña. Feliz navidad.
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