Maquila
Balenciaga lanzó su nueva campaña publicitaria promocionando su línea de artículos de decoración. En ella se presentaron esculturas tamaño real de sus tenis, platos de comida para perros, lámparas en forma de latas de refresco, entre muchos más artículos variados. Donde las fotografías resultaron bastante confusas y con una carga subliminal muy alta. Dentro de todas las controversias en las que había sido protagonista la marca de ropa, esta ha sido la que más impacto está generando.
La campaña fue en colaboración del fotógrafo italiano Gabriele Galimberti. Ganador de un premio World Press Photo y conocido por sus fotografías en planos generales retratando a personas junto con sus objetos más preciados. Manteniendo este formato de fotografía, colocaron los productos de la nueva línea de Balenciaga en compañía de niños. Los pequeños vestidos con prendas de la marca y rodeados de copas, alcohol, cadenas para perro, joyería, entre más artículos que de por sí ya lucían raros en conjunto.
Y para terminar de hacer el escenario más apropiado, los menores aparecen modelando junto con bolsas de colecciones pasadas, que tenían forma de oso de peluche pero con trajes Bondage. Este tipo de accesorios se relacionan con prácticas sexuales como el masoquismo, la sumisión y dominación. Ya a este punto las personas comenzaron a mostrar su uniformidad hacia la marca.
Balenciaga siempre se había caracterizado por hacer de sus campañas políticas que generaban gran discusión en las redes sociales. La última fue por la línea de ropa usada y desgastada que vendían a cientos de dólares. De seguro la ubicas por la fotografía de los tenis rotos que costaban más de veinte mil pesos mexicanos. Pero hasta eso la marca supo manejar la manera en la que se difundió el contenido y cómo lo tomaba el público.
Aquí, las cosas se les salieron de control por la gota que derramó el vaso. Una fotografía de producto donde aparecía una bolsa de su última colección, donde el concepto era de abogados y la bolsa aparecía en un escritorio lleno de documentos mal organizados. El público notó que entre todos los papeles había uno que destacaba más, y el cual podía verse un fragmento de lo que contenía.
El documento era un fragmento del caso "Asherofv contra Free Speech Coalition" donde se habla que la simulación de escenas de pornografía infantil están protegidas por la ley de libre expresión. Todo siempre y cuando no se involucren menores de edad y solo sean escenas simuladas. Por lo que este caso vino a fomentar problemáticas como la pedofilia.
Y aquí es donde cada uno de las campañas se conectan y es inevitable hilar este documento con las fotografías de los niños en escenarios evidentemente precoces e inapropiados. Esto generó una gran preocupación en las redes sociales, por lo que había detrás de esta marca y los niños involucrados.
Claramente esta situación ha hundido a la marca de moda, dejándola en una posición donde difícilmente se reivindicará. Y a pesar de que han salido a dar un comunicado ofreciendo disculpas y aclarando que su intención nunca fue incitar a ese tipo de prácticas, muchas personas están desechando y hasta queman sus productos. Varios artistas se han sumado a la inconformidad de publicidad como está, cancelando sus contratos de colaboraciones que tenían a futuro.
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