Terreno de juego
La Argentina renace
Por: Jesús Díaz Marcelo
Eres un pueblo al que no le importa como está en todos los ámbitos que son importantes, eso es
para la mayoría del planeta algo malo pero lo que no saben es que te sabes distraer de los
problemas que te aquejan socialmente y por un momento, otra vez, volviste a ser foco de todo el
mundo y sobre todo una unión que tu gente necesitaba enmedio de este caos que vives en tu p
olítica, economía y sociedad. Ese fin de semana lo recordarás por siempre porque todos con un
mismo color y representando una misma nación salieron a celebrar después de tanta amargura.
Tuviste que recordar aquellas finales contra Alemania que perdiste para amarrarte bien los
pantalones y salir con valor a derrotar a los franceses que querían dejarte una vez más como
segundo lugar del mundo. Vaya sorpresa que todos los que no querían verte triunfar se llevaron
porque al final de ese domingo levantaste la más importante. Dejaste atrás los fantasmas de los
penales fallados de Messi, las anteriores finales del mundo, las fallas casi en la línea de Higuaín,
las lágrimas de tus más grandes héroes y sobre todo anulaste todas las mufas en tu contra.
Esa cultura que tienes de hacer pronósticos y echarle buena suerte a tus equipos favoritos, en
este caso las cábalas funcionaron para que en la playera albiceleste se bordara la tercera que ya
brilla en el cielo junto con el Diego. Desde sentarte siempre en el mismo lugar, cambiarte o
ponerte la misma playera siempre, ver los partidos en diferentes lugares, cruzar los dedos, ver
los pardos de pie, gritar “gol” cuando tu oponente se acercaba a tu arco para que fallara, etc.
aunque sea una minúscula cosa, tú fuiste parte del campeonato argentino, tu cultura y creencia
fue parte de todo esto.
Ya se estaban emocionando los brazucas, franceses y madridistas, si, madridistas, porque no
querían que ya el mejor de la historia de tu nación fuera campeón del mundo y que lograra algo
que la farsa más grande de la historia no pudo. Los brasileños por historia sabíamos que estaban
en tu contra desde que inició la copa y querían que cayeran frente a ellos pero ellos ni a semis
pudieron llegar. Los franceses no podían con la emoción de casi tocarla al último minuto de
tiempo regular pero el Dibu les arrancó las ilusiones y se tuvieron que conformar con el segundo
lugar más amargo que puede existir en el deporte mundial.
El obelisco se llenó de esperanza y de felicidad pura que muy pocos países han pasado pero es
algo que muy pocos entenderían El fútbol es un deporte que no entiende de conflictos entre
países, desigualdad económica, problemas políticos, desordene sociales, conflictos culturales y
sobre todo de razas, tampoco ve quienes tienen mejor economía o en que país se vive mejor, o
que le importa es quien juegue mejor a la pelota y esto se ha convertido en un felicidad única a
países que no tienen casi nada y un claro ejemplo es latinoamérica. Esta parte del mundo pone
muy en claro que el fútbol es lo más importante de lo menos importante.
Lo mejor de todo es que una élite del fútbol del mundo resurge y con ello sus estrellas que por años se habían querido consolidar, en sus clubes ya lo habían hecho pero solo hacía falta esa estrella que se les escapó hace 8 años. También es de recalcar que un país tan ignorado por sus autoridades celebre algo y que llene las calles con tanta algarabía, un país que no durmió 3 días y no descansó hasta ver a D10S sosteniendo la copa del mundo. Podemos decir que después de tanta oscuridad, la argentina renace.
Comentarios
Publicar un comentario