La bocha loca
Messi es de oro
Jesús Díaz Marcelo
Hace años, para ser precisos, en 2010 te empezaba a conocer y para mí y mi raza eran nefastos,
groseros y creídos. Tú junto con tu director técnico Maradona nos destrozaban una vez más la
ilusión del quinto partido y nos eliminaban poniéndonos sal en la herida de aquel golazo de Maxi.
Nos regresamos a casa llorando y con el alma destrozada por quedarnos una vez más ahí y
deseábamos lo peor para ti y tus compañeros. Que equivocado estaba y que cegado por mi
nacionalismo me tenía mi selección nacional.
Te ví en la televisión junto con tus maestros brazucas y africanos, me quedé pasmado al ver
cómo te llevabas a los defensas y metías golazos de ensueño que para mí siempre fueron
imposibles de anotar cargándose el equipo al hombro sin importar la calidad de los demás y de
tus propios compañeros. Ese jugador que sin quererlo me hacía abrir la boca con cada caño,
amagada, sombrerito, gambeta o tiro libre que todas terminaban en la red y el arquero tenía que
ir por ella con la cara larga. Eres ese jugador que todo equipo quiere tener y yo no era la
excepción en los videojuegos, siempre presumía tu fichaje.
En un equipo que sabía era el máximo rival del tuyo estaba un jugador apuesto, alto, todo lo
contrario a tí pero yo sabía que esa zurda privilegiada, esa zurda de oro el ni de chiste la tenía y
la calidad para llevarse a los rivales no es la misma. Desde que te comenzaron a comparar y me
llenaba de rabia el saber que decían que tiene mejor calidad que tu pero sin duda el tiempo, tu
magia y tu esfuerzo me han comenzado a dar la razón que tú eres el mejor de esta generación.
Hay muchos jugadores históricos en este bello deporte, Pelé, uno de tus mentores e histórico de
tu selección, Maradona, etc. han tenido una gran calidad pero sin duda lo que tu generas con la
albiceleste, lo que provocabas con la azulgrana y lo que puedes originar en París no se compara
con nada, eres la prueba viva de que si lo quieres lo puedes lograr, no importa si tu físico te lo
impide, si tus posibilidades económicas te lo ponen difícil o si la distancia te hace preguntarte mil
veces si es lo correcto alejarte de los que más quieres, aún con todo esto lo puedes lograr.
Los premios que te vi ganando solo eran un presente de lo que en verdad te mereces. Nada te
llenó más que el último título con tu selección que sin duda alguna el destino te la debía y que no
importaba cuantos balones de oro o campeonatos con tu club tuvieras, siempre quisiste hacer
feliz a los tuyos, a tu sangre. Esas finales que tanto sufriste y que casi te llevan al retiro de
representar a la bicampeona mundial Argentina se que nunca se te olvidarán pero mirate ahora,
unos juegos olímpicos, una Copa América y una Finalísima respaldan tus ganas por comerte al
mundo y ganar la del mundo porque “muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”
El tiempo y las circunstancias se han unido para que tu gente y tú se unan en uno solo con tal de
llevarla la del mundo para Buenos Aires y celebrar con quienes te quieren. Escribir con letras de
oro en el libro de la historia de fútbol tu nombre y que por generaciones te recuerden como uno
de los más grandes, no de estatura sino de coraje y entrega total a lo que crees y eres.
No es raro que un grupo tan unido como lo es la selección argentina esté tan unido contal de
verte feliz y no solo son ellos los que te quieren mirar así, también la mitad del planeta que te
tiene como el mejor jugador de todos los tiempos y que incluyendome será feliz si levantas esa
copa y por fin gritarle al mundo y a todos lo que alguna vez te criticaron y te menospreciaron,
MESSI ES DE ORO.
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